El Arte Novohispano es un movimiento artístico que apareció en Nueva España a finales del siglo XVI, hasta mediados del siglo XVIII. El arte Barroco Novohispano se encuentra en la arquitectura religiosa, donde los artesanos indígenas le dieron un carácter único.
Destacan el Altar de los Reyes en la Catedral Metropolitana de la ciudad de Mexico, la iglesia de Santa Maria Tonanzintla en Puebla, el convento Jesuita de Tepotzotlan en el Estado de México, la Capilla del Rosario en la iglesia de Santo Domingo en Puebla, el convento y el templo de Santo Domingo de Guzman Oaxaca y la iglesia de Santa Prisca en Taxco Guerrero.
En la literatura barroca o novohispana se observan figuras en la poesia, el teatro en Sor Juana Ines de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcon, entre otros de procedencia española que vinieron en esta epoca a la Nueva España.
El Barroco novohispano es la herencia española, a partir del siglo XVII. El estilo barroco representa una experiencia de sobrevivencia cultural por parte de los indígenas, enriqueciéndola y transformándola. Nueva España y el barroco comparten su historia, con la llegada de la civilización Ibérico-Europea y el mestizaje cultural.
La población marginal de las ciudades novohispanas, abrumadoramente indígena, emprendió, hacia el siglo XVII, la construcción de una nueva identidad, ante el fracaso de la tentativa de imponer pura y simplemente la cultura europea a través de la evangelización. Fueron sobre todo los indígenas avecindados en las ciudades quienes, aprovechando su otredad, pudieron reconstruir las formas venidas de Europa. Los indígenas habían visto derrumbarse su cosmovisión ancestral y se vieron obligados a transformar su identidad, adoptando las formas y técnicas de los conquistadores pero con un contenido propio. Como resultado, transformaron también la forma de ver el mundo de los Criollos y Mestizos novohispanos, forjadores todos ellos de la actual sociedad mexicana.
En Nueva España se consideran como la obras cumbres del estilo Churrigueresco la Catedral Basílica de la ciudad de Zacatecas, así como la Parroquia de Santa Prisca, ubicada en Taxco estado de Guerrero. El retablo del templo de San Francisco Javier en el Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlan Estado de Mexico, tambien es considerado una de las obras barrocas churriguerescas más importantes llevadas a cabo por los Jesuitas en la Nueva España. También son representativos el Altar de los Reyes de la Catedral Metropolitana en la ciudad de mexico, y las portadas del Sagrario Metropolitano, que está anexo a la misma Catedral.
El Churrugueresco.
Es una etapa que se dio en la época del Barroco Español y llegó hasta Nueva España. donde se conoce como Barroco Estípite, alcanzando un impresionante desarrollo; El término churrigueresco proviene del apellido Churriguera. Los Churriguera fueron un clan de arquitectos barrocos cuya obra se caracterizó por una recargada decoración. Por extensión, el término se ha utilizado para denominar el barroco español del primer tercio del siglo XVIII.
Se entendían por churriguerescas todas aquellas arquitecturas que poseían un marcado movimiento y una abigarrada ornamentación, sobre todo la retablística. Este estilo es una variante del estilo barroco, que presenta más ornamentación. Fueron construcciones de retablos efímeros y también en lo arquitectónico.
El primero de los Churriguera fue Jose de Churriguera (1665 - 1725), quien se formó como ensamblador de retablos, elaborando algunos muy importantes para diversos templos de Salamanca, Madrid, Valladolid y otras ciudades de España.
El Tiquitqui.
El término tequitqui significa "Tributario". La influencia iconográfica y técnica europea fusionada a la técnica e iconografía indígena dio origen a un conjunto de manifestaciones singulares pictóricas y escultóricas. Este se manifestó principalmente en las portadas de los templos cristianos, cruces atriales y murales en los claustros y capillas abiertas de los conventos. También es utilizado como sinónimo el término Arte Indocristiano, propuesto por Constantino Reyes-Valerio en la obra homónima.